Aperitivo
o tapa típica de nuestra gastronomía estos calamares rebozados, que en algunas
zonas se sirve incluso en bocadillo. Tengo el recuerdo imborrable de los
“bocadillos de calamares” que se servían en la Plaza Mayor de Madrid y que eran
una cita ineludible en cada visita a esa ciudad. Como siempre en estos casos,
mil y una recetas diferentes, sobre todo en lo que se refiere a la masa para el
rebozado. Os presentamos la nuestra.
INGREDIENTES:
1 calamar
grande
1 huevo
Harina de
trigo
Cerveza
Sal
Aceite de
oliva
1
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Limpiamos el calamar reservando las aletas y
las tintas (si no se nos rompen) para otra preparación como, por ejemplo, un
arroz. Lo cortamos en anillas o en tiras (preferimos esta opción por ser más
cómoda para el bocado).
2
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Preparamos la masa para el rebozado batiendo
un huevo en un bol. Añadimos harina y mezclamos. A continuación un poco de
cerveza y batimos bien la mezcla que debe quedar ligeramente espesa y sin
grumos. Añadimos un poco de sal.
3
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Vamos introduciendo los trozos de calamar en la
masa hasta que se impregnen bien (se pueden pasar previamente por harina pero
no es necesario). Los escurrimos y los introducimos en un recipiente con una
buena cantidad de aceite caliente que los cubra por completo, sin que se
amontonen. Cuando estén ligeramente dorados los sacamos y dejamos que se
escurran sobre una rejilla o directamente sobre un plato (nunca sobre papel de
cocina porque perderían la textura crujiente).
4
|
Presentamos los calamares escurridos en un
plato o fuente que podemos adornar con una ramita de perejil. No somos
partidarios de acompañarlos con limón, que es opcional. Calentitos y
acompañados de una cerveza fría… bocado divino.
Hay que ser cauto con la sal ya que a
veces el calamar trae ya un punto salado. Cuanto más grande sea el calamar, más
carnosas y tiernas serán las “rabas”. Se puede sustituir la cerveza por agua
mineral con gas.
Teresa
Hidalgo Gutiérrez / Bernardo I. García de la Torre
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