Sin
duda, uno de los pintxos más sencillo en su ejecución y más humilde por sus
ingredientes. Tanto es así que el chorrete de aceite con el que se aliña supera
en precio al conjunto de la banderilla. Como sucede en estos casos, existen al
menos dos versiones sobre su nombre: que sus ingredientes son comida de grillos
(al menos la lechuga, que yo recuerde), o bien que el “cri cri” que suena al
masticarlo recuerda al canto del popular insecto. Reflejo de una cocina de
pocos recursos y mucho ingenio parece que el grillo se creó en las épocas de
hambruna de la posguerra. Poco a poco ha ido desapareciendo de las barras de
los bares.
INGREDIENTES:
Patatas
pequeñas
Lechuga
Cebolleta o
cebolla
Sal
Aceite de
oliva virgen
1
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Cocemos las patatas con piel en agua hirviendo
durante 20 o 25 minutos. Cuando al pincharlas con un cuchillo fino se desprenden,
están cocidas. Refrescamos o dejamos enfriar las patatas, las pelamos y las
partimos por la mitad.
2
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Lavamos la lechuga, la escurrimos y cortamos
unos trozos de la parte crujiente. Pelamos la cebolleta y la cortamos en
pedazos ni muy finos ni muy gruesos. Estos dos ingredientes nos aportarán el
“cri-cri”.
3
|
Ensartamos en un palillo la media patata, que
quedará apoyada sobre la superficie de corte, la lechuga y la cebolleta.
Aliñamos con sal y un buen chorrete de aceite.
Hemos visto algunas banderillas con
distinto orden de “ensartado”: patata, cebolleta, lechuga. En este caso, el
orden de los factores no altera el producto, pero nos gusta más como la
proponemos.
Teresa
Hidalgo Gutiérrez - Bernardo I. García de la Torre.
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