En
una reciente visita a Oporto tuvimos la oportunidad de degustar este
contundente sándwich. Parece ser una versión sui géneris de otro sándwich
también famoso, el francés Croque-Monsieur.
INGREDIENTES (para
cada sándwich)
2 rebanadas
de pan de molde con miga densa
1 salchicha
blanca de carnicería
1 trozo de
chistorra
1 filete de
ternera del tamaño del pan
1 loncha de
jamón york
4 lonchas de
queso que funda bien
SALSA (para
cuatro raciones)
1 vaso de
vino de Oporto
1 litro de
cerveza
2 cebollas
2 dientes de
ajo
2 hojas de
laurel
200 gr de
carne
4 guindillas
de cayena
1 lata grande
de tomate triturado
1
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Comenzamos preparando la salsa. Para ello
cortamos la cebolla en rodajas finas y las ponemos junto a los ajos picados en
una cazuela con aceite. Salamos y dejamos hacer. Cuando esté blanda la cebolla,
añadimos la carne muy picada a la cazuela y el laurel y rehogamos. Echamos el
tomate y la guindilla y dejamos reducir durante media hora aproximadamente. Por
último añadimos el vino y la cerveza. Salamos y tenemos a fuego medio durante
dos horas. Trituramos y colamos. Si queda muy líquida se puede añadir harina de
maíz refinada, aunque no debe quedar muy espesa.
2
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Abrimos las salchichas y la chistorra a lo
largo y las cortamos en trozos del tamaño del pan. Hacemos los dos ingredientes
en la plancha. Reservamos. Los filetes los hacemos también a la plancha, pero
que queden poco hechos, ya que luego se terminan de hacer en el horno.
3
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Montamos los sándwiches. Para ello tostamos
ligeramente los panes. Disponemos en una bandeja de horno una primera capa de
pan. Sobre ella vamos poniendo todos los ingredientes. Primero la loncha de
jamón york, sobre ella las salchichas y la chistorra y por último el filete.
Cubrimos con la otra rebanada de pan y sobre esta disponemos las cuatro lonchas
de queso, de forma que quede bien cubierto por arriba y los laterales. Metemos
la bandeja al horno a 180º hasta que se empiece a derretir el queso, con
cuidado de que no se gratine.
Se sirven en
plato hondo y con una buena cantidad de salsa. Se puede añadir también un huevo
frito, en este caso se dispondría entre la tapa superior de pan y el queso.
Por si fueran poco contundentes, se
suelen acompañar de patatas fritas y cerveza.
Teresa
Hidalgo Gutiérrez
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