Si sólo
pudiera elegir un barrio que visitar en París no lo dudaría, sería Le Marais.
Su colorido, sus cafés, contrastes, galerías de arte, su diversidad…hacen de
este barrio un lugar donde uno se siente bien acogido.
Y entre sus
calles, en la Rue de Bretagne, dentro de un edificio que hace que pueda pasar
inadvertido, nos encontramos con la entrada de este mercado, el más antiguo de
París, “El mercado de los niños rojos” que recibe su nombre por haber sido un
antiguo orfanato cuyos niños y niñas vestían de ese color.
Su interior,
además de con los puestos habituales de quesos, pan, carne, hortalizas, flores,…
cuenta también con la presencia de tienda de vinos y puestos de comida
preparada. Son éstos un buen pretexto para visitar el mercado, ya que en ellos
se nos ofrecen platos originarios de todo el mundo, que podremos degustar allí
mismo, en mesas compartidas, o llevarnos a casa o al hotel.
Siguiendo el
recorrido por Le Marais podemos apreciar una gran oferta gastronómica para
seguir callejeando. Locales de crepes, sándwiches, panaderías y tiendas de
dulces y cafés proporcionan un aroma al barrio difícil de resistir, así que lo
más probable es que acabemos con alguno de estos productos en nuestras manos
mientras seguimos disfrutando de este agradable lugar.
Texto:
Teresa Hidalgo Gutiérrez
Fotografías:
Águeda Larrazabal Hidalgo
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