INGREDIENTES:
275 gr de
harina (puede ser normal o harina de repostería)
25 gr de
vino blanco
60 gr de
agua
85 gr de
aceite de oliva virgen
½ cucharadita
de sal
Bonito en
aceite
Salsa de
tomate
1 huevo
1
|
En un bol
grande echamos los ingredientes líquidos junto a la sal. Removemos bien.
Añadimos la harina y mezclamos hasta que todo se integre, pero sin amasar
demasiado.
2
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Hacemos una bola con la masa y la tapamos con
papel film. Dejamos reposar un par de horas.
3
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Con un rodillo estiramos la masa sobre la
encimera dejándola lo más fina posible, 2 mm como máximo. Con un cortapastas
hacemos círculos que iremos disponiendo sobre papel de horno. Podemos hacerlas
del tamaño que más nos convenga, siendo las más habituales de unos 12 cm de
diámetro.
4
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Mezclamos el atún o bonito desmigado con la
salsa de tomate al gusto. Ponemos una porción del relleno en el centro de cada
empanadilla. Mojamos el borde de la masa con agua y sellamos los bordes
ayudándonos de un tenedor.
5
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Disponemos las empanadillas sobre una bandeja
de horno y las pincelamos con huevo batido. Introducimos la bandeja en el horno
que habremos calentado previamente a 180º. Las tendremos unos 20-25 minutos,
hasta que estén doradas.
Este es un relleno básico para
empanadillas, a partir de aquí todo lo que la imaginación o nuestras
preferencias nos dicten.
La cantidad de harina es orientativa,
nos debe quedar una masa blanda pero que no se pegue a las manos. Los recortes
de la masa podemos seguir utilizándolos, pero es conveniente hacer una bola con
ellos y dejarla reposar una media hora hasta volver a utilizar. También se
puede facilitar mucho la tarea utilizando las típicas obleas para empanadillas
del súper.
La proporción de agua y vino podemos
variarla a nuestro gusto, es cuestión de ir probando. También podemos sustituir
parte del agua por leche. Lo que debemos tener en cuenta es que debe ser el
mismo peso de líquidos que de aceite.
Teresa
Hidalgo Gutiérrez
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