INGREDIENTES:
· 500 gr de
harina de fuerza (o 400 gr de harina de fuerza y 100 gr de harina integral)
· 2
cucharadas de sémola (opcional)
· 1
cucharadita de sal
· 1/2
cucharadita de azúcar
· 225 a 250
ml de agua tibia
· 25 gr de
levadura fresca o 1 sobre de levadura seca (no impulsor)
1
|
En un vaso echamos el agua tibia y añadimos el
azúcar. Desmenuzamos la levadura fresca y la incorporamos al vaso. Revolvemos
con una cuchara hasta que se disuelva la levadura y dejamos unos minutos hasta
que haga algo de espuma. En caso de que usemos levadura seca ésta no tendremos
que añadirla al agua, sino que la mezclaremos con la harina.
2
|
En un recipiente grande ponemos la harina y la
sémola y hacemos un hueco en el centro. Echamos el agua con la levadura en el
hueco y mezclamos. Añadimos el aceite y la sal. Vamos removiendo con la mano o
con una cuchara hasta que esté todo integrado.
3
|
Sacamos a la encimera y amasamos unos minutos,
hasta obtener una masa lisa y que no se pegue a los dedos.
4
|
Dejamos reposar tapada en el bol engrasado con
un poco de aceite en un lugar cálido hasta que aumente su volumen. Una hora
será suficiente.
5
|
Desgasificamos
la masa apretando con los dedos y la dividimos en 2 o 3 partes, según el tamaño
de las pizzas que queramos hacer. Ponemos una de las bolas de masa en la
encimera y la alisamos con el rodillo. También podemos estirarla con las manos
hasta cubrir el molde. Dejamos reposar unos 10-15 minutos y ya la tenemos lista
para hornear, lo que deberemos hacer a la temperatura máxima que nos permita el
horno.
Multitud de ingredientes pueden formar
parte del relleno de una pizza, pero lo que no debe faltar es una buena salsa
de tomate o passata y algún queso fundente.
Teresa
Hidalgo Gutiérrez
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